El Paso deja de procesionar a hombros (1962)

En la Junta General de 8 de marzo de 1959 aparece la primera mención a la posibilidad de dotar de ruedas al Paso. La propuesta fue de José Mengual Peris, siendo la motivación el notable dispendio que suponían los costaleros. No obstante, la propuesta quedó en estudio.

Tres años después, en la Junta General de 8 de abril de 1962, siendo Hermano Mayor Eduardo Vicente Bono Montalvá, se comunica que se ha procedido a la "mecanización" del Paso para procesionar, adquiriendo un "artilugio" valorado en 15.000 pesetas (90€). También se habían adquirido telas para adornarlo.

Unos meses después, se tuvo que convocar una Junta General Extraordinaria, que se celebró el 18 de noviembre, para analizar la situación económica, pues se tenía un saldo deudor de 17.100 pesetas (103€), exactamente lo que había costado el "carro", las telas y la electrificación. De ellas, se debían 5.500 pesetas del carro (33€), 10.000 pesetas (60€) de un crédito con el Banco Vizaya, y 1.600 pesetas (10€) anticipadas por el Hermano Tesorero, Fernando Gómez Bonora. Como los gastos e ingresos ordinarios estaban compensados, no se podía generar un remanente para pagar la deuda, por lo que se decidió una derrama de 150 pesetas (0,90€) por cofrade. Como se trataba de una Junta Extraordinaria y no estaba presente la mayoría absoluta de cofrades se tuvo que celebrar otra Junta Extraordinaria siete días después (25 de noviembre) para ratificarlo (según el art. 11º del Reglamento vigente). Se acordó igualmente enviar un saluda a los cofrades comunicándoles la justificada necesidad de la derrama.

Un año después, en la Junta General de 24 de marzo de 1963, se informa que el préstamo con el Banco Vizcaya ya ha sido cancelado.