Gozos al Santísimo Ecce Homo de Xàtiva

Francisco Martínez Albalat. Mercedario. Siglo XVIII.

Pues sois mi Padre y mi Señor
aunque en Pasión dolorosa,
por vuestra Sangre graciosa,
dadnos, Jesús, vuestro amor.

Sangre empezasta a verter
en vuestra circuncisión,
y en el Huerto la aflicción
con copia la hizo correr.
Amor hizo sostener
tanta pasión y dolor.
Por vuestra Sangre graciosa,
dadnos, Jesús, vuestro amor.

Una púrpura Real
por ignominia os vistieron,
y en ella rey os hicieron
de sangre muy principal.
Por Dios, de esrirpe Real,
y por hombre igual honor.
Por vuestra Sangre graciosa,
dadnos, Jesús, vuestro amor.

La corona, como rey,
pero de espinas crueles,
os pusieron muy infieles
hombres, que eran vuestra grey.
El amor a vuestra Ley
nos la hace ver de honor.
Por vuestra Sangre graciosa,
dadnos, Jesús, vuestro amor.

Rios de sangre manaron
por mil fuentes peregrinas,
que en vuestras sienes divinas,
las espinas taladraron.
Pero la sed no apagaron
por derramar más licor.
Por vuestra Sangre graciosa,
dadnos, Jesús, vuestro amor.

La envidia, no satisfecha
con tanta sangre vertida,
en blasfemias fementida
se volvió toda deshecha.
Pues por mí se abrió la brecha
para tanto deshonor.
Por vuestra Sangre graciosa,
dadnos, Jesús, vuestro amor.

Como a rey os saludaban
envidiosos los Judíos,
y con gestos y desvíos
vuestra Persona burlaban.
Lo que con vos practicaban
fue el extremo del rigor.
Por vuestra Sangre graciosa,
dadnos, Jesús, vuestro amor.

Al decir el Presidente,
"Ecce Homo" al pueblo infiel,
ingrato clamaba él:
"crucifica al delincuente".
Y pues sabio, y obediente
sufrís tan cruel clamor.
Por vuestra Sangre graciosa,
dadnos, Jesús, vuestro amor.

Este barrio que os venera
con afecto tan cordial,
de vuestra piedad Real
toda su salud espera.
Pues devoto os considera
de toda gracia el Señor.
Por vuestra Sangre graciosa,
dadnos, Jesús, vuestro amor.