Historia de la Banda de Tambores

Nace la Banda de Tambores (1982)

La Junta Directiva surgida en 1981, con Bernardo Andrés Bono de Hermano Mayor, se fijó como uno de sus principales objetivos (así consta en el acta de la Junta Directiva de 9 de abril de 1981) la organización de una Banda de Tambores.

La mencionada Junta Directiva creó una Comisión, formada por el Hermano Mayor, los vocales juveniles (Juan Carlos Císcar Martínez, José Francisco Císcar Martínez y Joaquín Comíns Tello), y otros jóvenes como Juan Carlos Montalvá Barra, Pedro Vidal Catalán e Ignacio Vidal Catalán, para formar la Banda de Tambores. De todos estos jóvenes, Ignacio fue el único que se incorporó en aquel entonces a la Banda, convirtiéndose en el principal apoyo del Hermano Mayor para formar la Banda. Así, D. Bernardo Andrés le pidió a Ignacio Vidal que consiguiera nuevas incorporaciones ya que conocía a muchos posibles miembros, hijos de cofrades. Con las gestiones de Bernardo Andrés con los padres y de Ignacio Vidal con los hijos, se formó la primera Banda de Tambores y Timbales,

En el acta de la Junta Directiva de 29 de enero de 1982 consta que ya hay 15 adhesiones a la Banda de Tambores, muchos de ellos ya con tambor de su propiedad. En un principio se había pensado en que la Cofradía pagase los tambores y la tela de la vesta, pero dado que varios de ellos ya tenían tambor y vesta, se decidió que también fueran el resto de padres los que sufragasen el tambor y tela. Sin embargo, como nadie quería pagarse un timbal, se decide que los timbales los pague la Cofradía con un presupuesto de 19.800 pesetas (119 €)

Según se desprenden de las Actas, en aquel año 1982 la Junta Directiva era consciente de que, en caso de salir la Banda de Tambores en el Traslado, podría ahorrarse la banda de música, compensándose los gastos ocasionados por la Banda de Tambores. En la Directiva de marzo de 1982 se informa que ya están ensayando pero todavía no tienen claro si saldrán o no en las procesiones de ese año.

Según la documentación que obra en poder de la Cofradía (listado y autorizaciones de los padres), la primera Banda esta compuesta por:

Redoble

  • Alejandro Escribá Esteve

Tambores

  • Alfredo Suñer Benito
  • Roberto Orts Cuevas
  • Salvador Gómez Pastor
  • Manuel Vidal Catalán
  • Emilio Domingo Comíns
  • José Manuel Oro España
  • Víctor Camps Perepérez
  • Jorge Suñer Bono
  • Francisco Ruiz Quilez
  • Juan José Cebolla Pardo
  • Horacio Caballero Bleda
  • Francisco García García
  • Eugenio Esparza Botella
  • Alberto Ferrán Cerdán

Timbales

  • Bernardo Ramírez Sanjuán
  • Ignacio Vidal Catalán
  • Julio García Gimeno
  • Carlos Santiago Comes Catalá

Un total de 19 miembros, 14 tambores, 4 timbales y un redoble. Esa es la composición de la primera Banda, aunque existe una lista previa de aquellos que habían manifestado interés en formar parte de la Banda, en la que figuran los anteriores excepto Juan José Cebolla, Horacio Caballero y Francisco Garcia, y en la que aparece además Salvador Bernia Sanjuán que no acabó formando parte de la banda.

En el listado de 1983 aparecen tres nuevos miembros, alcanzándose la cifra de 22 miembros (6 timbales, 21 tambores y un redoble). Los nuevos miembros fueron:

  • Carlos Gil Martínez, tambor
  • Julio García Gimeno, timbal
  • Enrique Mira Nouselles, timbal

El año 1984 supuso una eclosión de la Banda, que llegó a tener 13 timbales, 20 tambores y el redoble, o sea, un total de 34 miembros.

Las nuevas incorporaciones de 1984 fueron:

  • Juan Carlos Císcar Martínez, timbal
  • José Gil Pla, timbal
  • Pompilio Rosell Marote, timbal
  • Antonio Aguilar Martí, timbal
  • José Mª Aguilar Martí, timbal
  • Enrique Bellver Terol, timbal
  • Javier Marchesi Alcocer, timbal
  • Vicente Sebastiá Casado, tambor
  • Ignacio Cuesta Peredo, tambor
  • Gonzalo Daries Puig, tambor
  • Constantino Fernandez Blasco, tambor
  • Miguel Ángel Frasquet Núñez, tambor

Participación en el primer Concurso de Bandas de Tambores

En la Directiva de 2 de marzo de 1984 se informa que ese año habrá un Concurso de Bandas de Tambores en el que un Jurado irá puntuando en los Traslados y Procesión del Viernes Santo, acabando el Sábado de Gloria con una Tamborada y entrega de premios.

La Cofradía del Ecce Homo participará en el Concurso, lo que supondrá preparar más a los chicos e incorporar más timbales. La Junta General de ese mes ratifica la decisión de mejorar la Banda. Así, en la Directiva de 20 de octubre de 1984 se informa sobre la compra de 8 tambores.

Los inicios

Durante los dos o tres primeros años la Banda contó con el apoyo de la Banda de Cornetas y Tambores de Alzira, que encabezaba la Procesión del Santo Entierro del Viernes Santo, dirigida por un tal Ximo y con un espectacular caja llamado Poli (de ahí que los ensayos empezaran con la mítica frase "dale Poli"). Posteriormente Poli tuvo que dejar los ensayos por problemas de salud (al parecer, problemas en la vista ocasionados por las vibraciones de la caja) y lo sustituyó otro caja al que apodaron cariñosamente "gordo".

En aquel entonces, los ensayos tenían lugar delante de la desaparecida Discoteca Don Vito, detrás del almacén de Damasa. Los miembros de aquella incipiente Banda recuerdan con nostalgia el SEAT de Don Bernardo hasta los topes de material y de jóvenes, acudiendo a los ensayos y preocupándose de todo.

Cuando finalizó la colaboración de la Banda de Cornetas y Tambores de Alzira (según algunos comentarios, fue por una discrepancia entre Don Bernardo y el tal Ximo sobre la propiedad de algunos tambores), fue Alejandro Escribá, que tocaba la caja de maravilla, quien se encargó de organizar los ensayos, responsabilizándose del bien hacer de la Banda. Alejandro peleó mucho por la Banda y muchos años, pero le resultaba frustrante el ver lo poco que lucían sus esfuerzos, por lo que acabó dejando la Banda.

Durante esta etapa de dirección de Alejandro Escrivá, su hermano Bernardo, un excelente caja, enseñó a la Banda un nuevo toque, siendo la primera vez que éste cambiaba.

Tras la salida de Alejandro, fue Iganacio Vidal el que se encargó durante otros años de organizar los ensayos (que para aquel entonces habían cambiado de ubicación realizándose detrás del Instituto Rey Don Jaime) con lo que ello conlleva: confeccionar listas, llamadas de teléfono, insistencias en los ensayos, viajes cargado de niños, …

Momentos críticos de la Banda. El Hermano Mayor, Salvador Gómez, sale en su defensa.

Unos años después, la Banda pasa por unos momentos críticos. No por el número de miembros (los listados de 1990 contienen más de 30 miembros), sino por la poca participación en los ensayos. Así, la Junta General Ordinaria de 30 de marzo de 1990 acuerda observar a la Banda de Tambores durante ese año, y en caso de ver en peligro su continuidad, proceder a contratar para los actos (traslado y procesión) una banda, sea de tambores o de música.

Ante esta situación, la Banda de Tambores cuenta con un inmejorable respaldo, el que le brinda el Hermano Mayor Salvador Gómez Fontana, tal y como se desprende de sus intervenciones en las Juntas Generales de los siguientes tres años, trascritas en las correspondientes Actas:

  • En la Junta General Ordinaria de 8 de marzo de 1991 el Hermano Mayor respalda plenamente la Banda de Tambores, explicando su funcionamiento "con profusión de detalles destacando la gran labor que realizan y el destacado papel que desempeñan en la Cofradía, contribuyendo al mayor realce de todos los desfiles profesionales". Tras su intervención, la Junta General expresa su sincera felicitación y agradecimiento a la Banda de Tambores por su eficaz trabajo y colaboración.

  • En la Junta General Ordinaria del año siguiente, celebrada el día 3 de abril de 1992 el Hermano Mayor volvió a resaltar la labor de la Banda de Tambores, así como la necesidad de apoyarla y tratar de incrementar el número de sus componentes.

  • Nuevamente en la Junta General Ordinaria del 26 de marzo de 1993 el Hermano Mayor defendió a la Banda de Tambores de la que, según sus palabras, la Cofradia "debe sentirse orgullosa debiendo resaltarse la dedicación y esfuerzo de los cofrades que la integran".

De esta manera, la Banda superó la crisis y sobrevivió, pero siguió funcionando con su forma peculiar: sin una clara dirección, escasos ensayos y poca asistencia a los mismos por sus integrantes.

Se crea el cargo de Delegado de la Banda de Tambores (2002)

Debido a esa peculiar idiosincrasia de la Banda, en el año 2002, tal y como figura en el Acta de la Asamblea General Ordinaria de 22 de marzo, el cofrade Ignacio Vidal Catalán propuso que, dado que se observaba una cierta degeneración en el funcionamiento de la Banda de Tambores, se nombrase un Delegado de la misma, que fuera el responsable de su organización y funcionamiento, proponiendo para ese cargo al Cofrade Pablo Frasquet Núñez, que ya llevaba algunos años dirigiéndola oficiosamente. Tras un debate, centrado fundamentalmente en reconocer la idiosincrasia particular de nuestra Banda de Tambores, se aprobó por unanimidad la propuesta, nombrando a Pablo Fraquet Núñez Delegado de la Banda de Tambores y que éste, bajo tal condición, participase en las reuniones de la Junta Directiva.

Un año después, en la Asamblea General Ordinaria de 11 de abril de 2003, el Hermano Mayor manifestaba que el Delegado de la Banda de Tambores "ha sabido imprimir un gran impulso a la Banda de Tambores, de tal forma que en la actualidad tocan muy bien y parece una Banda totalmente distinta. El Delegado, junto a otros Cofrades que le han ayudado, han conseguido una gran conjunción de la Banda, que participó en la Tamborada. Han conseguido otorgar una imagen muy distinta a la Banda".

Escasa participación en los ensayos

Pese a la organización de la Banda por el Delegado, la asistencia de los miembros de la Banda a los ensayos sigue siendo escasa. En la Asamblea de 2004 (de 2 de abril) el Delegado manifestaba que parte de la culpa la tienen los propios padres de los chavales, ya que son los primeros en considerar que sus hijos no necesitan ensayar. En la Asamblea de 2006 el Delegado de la Banda vuelve a informar de la escasa asistencia a los ensayos, cifrándola en un 50% de los miembros, alcanzando sólo en el último ensayo una asistencia del 75%.

Nuevos momentos críticos de la Banda. Nuevamente el Hermano Mayor, Rafael Presencia, sale en su defensa (2007)

Otra vez más, en la Asamblea de 29 de marzo de 2007 el Delegado de la Banda volvió a reconocer la baja asistencia a los ensayos, lo que llevó a un Cofrade, miembro además de la Junta Directiva, a proponer que, dado que se ha ido perdiendo por todos el interés por la Banda y visto que esta situación se repite año tras año, lo mejor sería, para evitar el ridículo, que la Banda dejara de actuar.

El HM le respondió defendiendo a la Banda, señalando la gran labor que ésta ha realizado y realiza, y dijo no tener base moral para imponer que la Banda continúe ni que deje de existir, y que deben ser sus propios integrantes los que decidan si la Banda continúa o no, siendo el deseo personal del Hermano Mayor el que sí continúen.

La Banda decidió continuar y siguen activos en la actualidad. Pero persiste la característica idiosincrasia de la misma.

El principal problema de la Banda es que los miembros más mayores, más o menos, aguantan; de los peques siempre hay bastantes y siempre con nuevas incorporaciones; pero la edad intermedia, esa que debería ser el relevo natural de los mayores, tocan uno o dos años y abandonan (novias, estudios, deportes y otras ocupaciones).

Relevo en la Delegación (2009)

A partir del ejercicio 2009 Pablo Frasquet es relevado por Manuel López de la Torre en el cargo de Delegado de la Banda de Tambores, cargo que desempeñó hasta 2014.

La Banda en la actualidad

Actualmente la Banda está nutriéndose de una segunda generación, ya que cuenta con miembros que son hijos de los fundadores. Incluso alguno de esos "pioneros" se han reincorporado para acompañar a sus hijos.

En esta etapa, en la que ya han habido incorporaciones femeninas, los ensayos se realizan en Tullel, y los que tira del carro son el ViceHermano Mayor, Toni Gómez Pastor, y el Delegado de la Banda de Tambores, Rubén Moya Camarasa, que cogió el cargo en el ejercicio 2014-2015.

Actualmente la Banda cuenta con 23 miembros, 10 tambores y 13 timbales.